martes, 14 de abril de 2009

La vuelta

Hola!
Ya sé que ando perdida por todos lados, pero entre la locura de querer aprovechar la nieve hasta lo último (ya sé, qué ridícula no?, jaja) y los preparativos para el viaje, anduve ocupada.

Quería contarles mi experiencia de la primer "vuelta a casa" desde que nos vinimos a Canadá.
También quería pedirle disculpas a Fran, Romi, Vir y Mati por el plantón :) pero tengo mis razones.

Breve racconto: me fui el 21 de marzo a pasar 2 semanas porque se casaba mi hermano.

Llegué el domingo 22 al mediodía. Re cansada, con unas ganas de bañarme que no les cuento! (al final parecemos vacas, no personas). Me fueron a recibir mis amigas. Lindo ver que cuando te reencontr­ás con la gente parece que hace 5 minutos las habías visto por última vez. Eso me pasó con todos. Como si el tiempo no pasó.

Después, diría que la experiencia no fue de lo mejor y que es un viaje que salvo por el tiempo que pasé con mi flía y amigos, podría haber obviado.

Pasé el domingo visitando amigos, algunos ex compañeros del laburo también (me hice muy amiga de los chicos con los que laburé 4 años de mi vida).
La primer mala impresión es que en la empresa donde trabajaba nada cambió. La gente sigue queriéndose serruchar el piso, se siguen tolerando a los mismos ñoquis y el "amiguismo" en la alta dirección (a pesar de ser una multinacional) sigue estando.

El lunes aproveché para ir al médico (qué placer volver a ver a mi médica y decirle lo que me pasa en castellano!, jaja), peluquería (y si, entre gastarme $130 CAD y $130 ARP, Uds qué opinan?) y pavadas. Me encontré con otros amigos al mediodía y mi día pasó entre remises, tren y colectivo (para recordar un poco de todo).
HO-RRI-BLE.
Muy fea sensación. Me quería ir. Me sentí como el mismo día que dijimos "nos vamos a la mierda". Los tacheros manejaban como si su vida dependiera del segundero, casi chocan bicis, peatones, etc. El kioskero me quiso ensartar $1 de caramelos "porque no hay monedas viste, si ves una guardala que vale como $2". El tren tenía una mugre y un olor a orín que te caías (y eso que viajé de Martínez a San Isidro nomás).
Las conversaciones, olvidables. Todas tenían el mismo bi-tema: la inseguridad y la hdp esta que tenemos como presidente (si, si, me niego a repetir la palabra con a porque no existe). El hastío de la gente me llegó tanto que a las 5 de la tarde me tomé el remis para Aeroparque porque no quería estar ahi un segundo más (mi vuelo a Posadas salía a las 8 pm).

Llegué a Posadas y la pasé genial, como siempre. Hay algunos lugares en los que ver que nada cambia es reconfortante, como la casa de tus abuelos.
Igualmente, el "bi-tema" era siempre el mismo. El hastío igual. La bronca de la gente también.

Ver que en la tele abierta venden sexo casi explícito las 24 hs con las pseudo-vedettes y los programas chimenteros me asqueaba. No puede ser que un chico de 12 o 13 años no tenga más que prender la tele a cualquier hora para ver (y perdonen por lo explícita) tetas y culos por doquier. Sorry pero hay límites.
Y ver en una "Gente" (en la peluquería, os cors!) que la policía aeronáutica que descubrió la valija de Antonini Wilson se hizo "vedette" fue too much. Que alguien en su sano juicio me explique cómo de policía aeronáutica pasás a trola de turno!!!
En fin.

Por todo eso decidí cambiar mi pasaje de vuelta y llegar a BsAs el mismo día que salía el avión a Montréal.
Cuando despegó a las 16 hs, creo que nunca me sentí más aliviada. Ni siquiera miré para afuera cuando despegó. No podía. Duele demasiado ver que todo lo que formó parte de tu vida tanto tiempo te hace tan mal.

No es un post muy alegre, pero el sabor que me dejó la visita tampoco lo fue.
Espero que el día de mañana, cuando a cada uno de Uds les toque regresar, les deje otra experiencia.

Quizás lo que me jugó en contra fue que no hace tanto tiempo que me vine. De alguna manera, la herida sigue abierta. Si se cerrará algún día, no sé... solo sé que hoy por hoy, Argentina ya no es mi lugar en el mundo, muy a mi pesar.

2 comentarios:

Virginia dijo...

Nosotros estamos acostumbrados a todo eso, nos parezca bien o mal, oportuno o no. Pero claro, es chocante cuando uno se aleja de todo eso por un tiempo! Tengo una amiga en EEUU a la que le pasa lo mismo cada vez que viene... espero que la próxima visita tenga un sabor más dulce!

Paola Bianchi dijo...

Estoy segura que si :)
Es solo que la primera vez debe ser difícil para todo el mundo. Creo que es un poco de culpa, porque vos ya no tenés esas preocupaciones y te da bronca que la gente que querés las tenga que pasar

Pero bueno, como decía, ya aprenderé a hacer las paces