lunes, 6 de julio de 2009

Comparaciones

Otra cosa que quería dejarles que no sea un reclamo eterno a la vida como los dos últimos posts (jajaja)

Ayer fui al Marché Jean-Talon por 3a vez desde que estoy acá.
Sí, solo 3 veces en un año. Queda lejos y fiaca manejar hasta allá para ir a comprar verduras y frutas al mismo precio que en el super.
Pero fui porque ahí consigo almidón de mandioca para hacer chipas (no "chipá" como le dicen los porteños y correntinos... chicos: se dice CHIpa, pregúntenle a Irmi si no me creen).

Cuestión que me dí cuenta de una cosa importante...
La primera vez que fuimos, fue en subte (metro) y cuando llegamos, el cúmulo de gente de todo tipo, aspecto sucio del barrio, lugar desconocido y "amenazador" no hicieron que me sienta a gusto precisamente. De hecho, no saqué la cámara de la cartera (a la que me aferraba como si estuviera caminando por el Dock Sud a la noche) por miedo a que me la arrebaten.

No sé si fue la combinación de pánico con la que veníamos de BsAs o el nuevo y extraño ambiente donde nos encontábamos pero esa fue mi reacción.

El tema es que ayer fui sola y en un momento me di cuenta de cómo cambié.
Llegué y sabía dónde dejar el auto. Me bajé sabiendo donde ir a buscar lo que tenía que buscar y aproveché para recorrer los stands de productos más bien "exóticos" (por favor léase exótico en términos comparativos con el Provigo, jaja). Compré unos hongos secos de no sé dónde (no, no son magic mushrooms!! :)), ñoquis caseros en una casa italiana, tomates secos artesanales, un aceite de oliva con no sé qué especias adentro... en fin, todas esas cosas que no se necesitan pero a mi me encanta probar y experimentar.
Y me asombré de revolear la cartera para todos lados por la cantidad de bolsas y bolsitas que tenía en cada brazo con pavadas, me asombré de parar a disfrutar de los olores y maravillarme con las cosas que no conocía sin estar pendiente de que nadie se lleve las bolsas que dejé en el piso mientras elegía una fruta rara.

Es una pavada, como todo lo que les cuento, pero me sentí bien. No local, pero en mi ambiente :)

So sick of this Swine Flu thing...

No, no estoy "enferma"... no usé en ese sentido la palabra... estoy REPODRIDA!

Si me llegara a cruzar con el mugriento/a que se contagió primero, les juro que hoy le daría una de aquellas.

Si bien aparentemente la situación por estos lares no es tan grave como en Arg (donde me vengo a enterar que son 100.000 los casos), igual tenemos lo nuestro.
Lo conté en el blog de Ale el otro día; a mi me tocó de cerca. Dos compañeros de trabajo tuvieron la gripe y todas sus familias (lógicamente) también.
Por suerte ninguno pasó a mayores y solo a 1 de ellos pudieron darle Tamiflu porque la agarraron en las primeras 48 hs, el resto, Tylenol y a la cama.

Ahora el tema es que yo estoy (perdón, estamos) en el factor de riesgo.
El ministro de Salud recomendó a las embarazadas no participar de los festivales de verano (todos los que ya conocen) y tomar los recaudos necesarios.

Así que solo el aire acondicionado me salva de este verano montrealés. Por suerte bajó un poco el calor, pero igual, me rompe la paciencia no poder usar la pileta porque está llena de borregos potencialmente contagiosos que SI la disfrutan!!

GRRRR
SO NOT FAIR!

Ya sé, las hormonas hablando, pero bueno, en algún lado me tengo que descargar.